Salmos 115:4
Jueves 14 de Enero del 2010
Tema del Mes: Los 10 Mandamientos
Tema de la semana: No te harás imágenes con el fin de adorarlas.
Salmos 115:4
Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.
Ídolos son diseñados y hechos por el hombre. No tienen poder. Son impotentes. No pueden ni siquiera protegerse a sí mismos. Tal vez sean valiosos por el material con el cual fueron formados (oro, plata), o por los adornos que llevan (piedras preciosas); pero fuera de eso, son nada. Nadie formó a Dios. Y no hay nada que no puede hacer. Realmente es Dios. Últimamente, todo radica en Dios. La economía y poder de una nación. Nuestra vida, energía y el tiempo que tenemos sobre la tierra. Nuevamente, está bien que agradezcamos a quienes les corresponde nuestro agradecimiento, pero no sin tomar en cuenta a Dios. Muchas personas me dan las gracias por ayudarles. Sin embargo, yo tengo que dirigir esa alabanza a Dios, porque sé quien me permitió ayudarles, quien puso en mi corazón el hacerlo y quien me dio la habilidad, sabiduría y recursos. Si sacaras a Dios de mi vida, tendrías algo con vida, pero también impotente. Demos la gracias donde corresponde, pero nunca nos olvidemos que Dios es el autor original de todo bien.
Salmos 115:4
Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.
Ídolos son diseñados y hechos por el hombre. No tienen poder. Son impotentes. No pueden ni siquiera protegerse a sí mismos. Tal vez sean valiosos por el material con el cual fueron formados (oro, plata), o por los adornos que llevan (piedras preciosas); pero fuera de eso, son nada. Nadie formó a Dios. Y no hay nada que no puede hacer. Realmente es Dios. Últimamente, todo radica en Dios. La economía y poder de una nación. Nuestra vida, energía y el tiempo que tenemos sobre la tierra. Nuevamente, está bien que agradezcamos a quienes les corresponde nuestro agradecimiento, pero no sin tomar en cuenta a Dios. Muchas personas me dan las gracias por ayudarles. Sin embargo, yo tengo que dirigir esa alabanza a Dios, porque sé quien me permitió ayudarles, quien puso en mi corazón el hacerlo y quien me dio la habilidad, sabiduría y recursos. Si sacaras a Dios de mi vida, tendrías algo con vida, pero también impotente. Demos la gracias donde corresponde, pero nunca nos olvidemos que Dios es el autor original de todo bien.
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