1 Corintios 12:28


«En la iglesia Dios ha puesto, en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; luego los que hacen milagros; después los que tienen dones para sanar enfermos, los que ayudan a otros, los que administran y los que hablan en diversas lenguas.»
1 Corintios 12:28 NVI
Contraria a la opinión pública, el hablar en lenguas no es el único don que existe. De hecho, en esta lista, es el último mencionado. La semana pasada, aprendimos que un don es para brindar un mejor servicio a Dios, el prójimo y a nuestros hermanos en la fe. Es para edificación de la Iglesia. No hablamos del templo que se levanta con piedras y cemento, sino del edificio espiritual que se compone de almas rendidas a Cristo. Si vamos a buscar dones, es para mejorar nuestro servicio de engrandecer el Reino de los cielos, no para probarle a los demás que el Espíritu Santo reside en nosotros. Nuestro servicio y obediencia a Dios manifestará nuestra relación con Él.
Si ya tenemos una posición en la congregación, debemos buscar dones que complementen el ministerio que nos ha sido encargado. Por ejemplo: Si somos pastor, sería bueno tener el don de administración, el don de enseñanza, el don de presidir, servir, etc. Si Dios no nos da esos dones, sería bueno rodearnos de personas que tienen esos dones para que complementen el trabajo que nos toca realizar. Si no tenemos una posición de liderazgo en la congregación, tenemos que buscar dones que nos ayuden a mejorar en el Servir, Evangelizar y Discipular. ¡Así es de sencillo esto! No lo compliquemos. Al ser obedientes, los dones vendrán. Dios se encargará de ello.

¿CUALES SON MIS DONES?


Enfoque: Dios da dones a cada miembro de Su Iglesia. ¿Cómo sabemos cuál es el nuestro? ¿Cómo nos damos cuenta de nuestro don? ¿Cómo lo buscamos? Muchos hermanos están sentados, esperando saber cuál es su don para poder servir. No es así como lo van a encontrar. Si quieren saber cuál es su don, deben comenzar a servir a Dios. Es en el servir que encontraremos nuestro don o dones.
1 Corintios 14:1 dice, “Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis.

(1) Sigamos al amor. ¿Quién es amor? Dios es amor. Si seguimos a Dios en obediencia a las cosas que sabemos que Él quiere que hagamos, encontraremos nuestros dones. Sirvamos, evangelicemos y discipulemos, haciendo uso de la cuatro armas espirituales. Así es como seguiremos el amor.
(2) Procuremos los dones espirituales. Mientras servimos, evangelizamos y discipulemos, analicemos cuales dones nos ayudarán brindar un mejor servicio. Si estamos a cargo de un ministerio en la Iglesia, hagamos uso de hermanos quienes tienen dones que pueden complementar nuestro ministerio, consultando primero con el pastor, para luego invitarlos a participar. El don no tiene que ser nuestro para ser de bendición a la obra y edificación de la Iglesia. Dios, al ver nuestra disposición y deseo de ver el avance de Su Reino, puede que nos otorgue el don a nosotros mismos.
(3) Sobre todo debemos profetizar, o sea compartir lo que la Biblia enseña acerca de pecado, justicia y juicio. Mientras buscamos nuestro don, siempre debemos mantener en mente el objetivo: La salvación de las almas, discipulado y el engrandecimiento del Reino. Si los dones tienen importancia, es porque sirven para ayudarnos llevar a cabo la misión de hacer discípulos a todas las naciones. Sobre todo debemos servir, evangelizar y discipular. ¡Sobre todo! Al dedicarnos a estas tres cosas, profetizamos. Ningún don, es mas importante que eso.
Al continuar nuestro estudio sobre los dones esta semana, recordemos una vez mas, que Dios nos ha puesto aquí por un propósito. Ese propósito no es para exhibirnos. Ese propósito es para engrandecer Su Reino. Nuestra vida y todo lo que hacemos, debe estar enfocado en eso.

Efesios 4:16


«Él hace que todo el cuerpo encaje perfectamente. Y cada parte, al cumplir con su función específica, ayuda a que las demás se desarrollen, y entonces todo el cuerpo crece y está sano y lleno de amor.»
Efesios 4:16 NTV

Observamos un cuerpo en el cual todos los miembros se ayudan mutuamente de acuerdo a la función de cada miembro. ¿Cuál es el propósito? La edificación del cuerpo.
Los dones que Dios da a cada miembro le permite funcionar de una manera mas efectiva, fortaleciendo así al cuerpo. Se supone que lo mismo debe estar sucediendo en todos los miembros, permitiendo a cada uno de ellos contribuir a la edificación del cuerpo. ¿Cuál es el propósito de los dones? Edificar al cuerpo de tal manera que tenga la fuerza para llevar a cabo lo que tenga que hacer. ¿Nuestra Iglesia está mas fuerte debido a nuestra presencia y la contribución de los dones que Dios nos ha dado? Si no, algo está mal.

1 Corintios 12:7


«A cada uno de nosotros se nos da un don espiritual para que nos ayudemos mutuamente.»
1 Corintios 12:7 NTV

Cada miembro de nuestro cuerpo físico tiene una función específica que permite al cuerpo funcionar como es debido. De la misma manera cada miembro del cuerpo de Cristo tiene un don específico que el Espíritu le ha dado para provecho de todo el cuerpo.
Nuestro ojo sabe que su función es ver. No ve para sí mismo. Ve para todo el cuerpo. Nuestro oído sabe que su función es oir. No oye para sí mismo. Oye para provecho del cuerpo. Nosotros debemos saber cuál es nuestro don y ponerlo a buen uso; no para nosotros mismos, sino para edificación del cuerpo.

Romanos 12:6


«De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;»
Romanos 12:6

Los dones que Dios nos provee han de ser usados de acuerdo a la medida de fe que cada uno tenemos, recordando siempre que el propósito de todo lo que hacemos es Dios. De lo contrario, vamos mal.
Dones espirituales no son para hacernos ver bien a nosotros. Los dones son para que otros se den cuenta de la existencia de Dios y entren a una relación con Él. El enfoque de los dones está sobre la grandeza de nuestro Dios, no nuestra superioridad espiritual. Si nuestro servicio es dedicado a nosotros en vez de ser dedicado a Dios, el prójimo y nuestros hermanos en la fe, tendremos que fingir tener dones o recibirlos por otro lado.

S. Lucas 19:15


«Aconteció que vuelto él, después de recibir el reino, mandó llamar ante él a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que había negociado cada uno.»
S. Lucas 19:15

Los dones espirituales que Dios nos da, no son nuestros. ¡Son de Él! No son para nuestro propio bienestar y ganancia. Son para el engrandecimiento de Su Reino. Si a un siervo le da una moneda y al otro le da mil, ¿en qué cambia el estatus del siervo? ¿No siempre es siervo? El dinero que andan,no es de ninguno de los dos, es de su Señor.
Así en el caso de estos siervos, un día el Señor nos llamará a Su presencia para saber lo que hemos hecho con la vida y los dones que nos ha dado. Espero que nos encuentre fiel, habiendo utilizado los dones para edificación de Su Iglesia y no para el bienestar nuestro. Todos somos siervos Suyos. A todos nos ha dado dones. Ojalá estamos dedicados a lo Suyo, porque la vida y los dones que nos ha dado no es para que negociemos lo nuestro.

1 Corintios 14:12


«Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.»
1 Corintios 14:12

El propósito de los dones es para edificación de la Iglesia. La Iglesia ha sido encomendada una tremenda responsabilidad de llevar el evangelio y hacer discípulos a todas las naciones. Esta responsabilidad se vuelve aun mas pesada si la Iglesia es débil. Para ayudarla en el cumplimiento de su misión, Dios da dones a los diferentes miembros para que ella esté fuerte.
Por mucho que anhelemos un don (o dos o tres), no debemos esperar que el Espíritu nos lo dé, cuando nuestra intención es exhibirnos. Los dones no son para que otros vean cuán espirituales somos. Son para edificación de la Iglesia. La Iglesia es edificada cuando Dios está siendo obedecido. La Iglesia está siendo edificada cuando nuevas almas están uniéndose a ella, formando parte del Reino. La Iglesia está siendo edificada cuando los hermanos están siendo discipulados y entrenados para pelear la guerra en contra del mal. Los dones los imparte el Espíritu para ésto, no para que nos sintamos superiores a los demás. Quienes tienen esta actitud, tendrán que fingir un don, pues, los dones que Dios da son para servir, evangelizar y discipular. No son para exhibir espiritualidad.

¿CUAL ES EL PROPÓSITO DE LOS DONES?


Enfoque: El Señor Jesucristo nos ha encargado una misión. Para realizar la misión ha impartido dones a diferentes miembros. No todos los miembros tenemos los mismos dones. No todos los miembros tenemos la misma cantidad de dones.
1 Corintios 14:12 dice, “Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.”
(1) ¿Dime qué cristiano no anhela dones? El capítulo 8 de Hechos nos cuenta de un nuevo creyente llamado Simón, quién quiso comprar el don de poner las manos sobre otros para que recibieran el Espíritu. Pero, los dones los reparte Dios de acuerdo a Su voluntad y no de acuerdo a nuestras emociones. Nuestras emociones son peligrosas y en la mayoría de los casos, se oponen a Su voluntad. Si realmente anheláramos dones para cumplir la voluntad de Dios, ¿por qué es que no anhelamos cumplir Su voluntad cuando se trata del uso de las cuatro armas espirituales, el discipulado, etc?
(2) Los miembros de la Iglesia son animados a abundar en dones. Pero, no estamos hablando de algo que fingimos. ¿Pueden explicarme el por qué esos pastores evangelistas que viajan a otros países para hacer grandes campañas evangelísticas televisadas, salen hablando en lenguas (supuestamente angelicales) ante todos los que asistieron, pero luego tienen que llamar a alguien para que les traduzca el mensaje? ¿No es ridículo? ¿A caso Dios se interesa mas en que dicho evangelista impresione a los demás con su espiritualidad, que en la salvación de almas? Dones deben abundar en el cuerpo de Cristo, pero deben ser verdaderos; no trucos baratos que uno finge para hacer creer a los demás que tiene una relación cercana al Señor. La cercanía de la relación que estos individuos pretenden tener con Jesús, es tan fingida como lo es el don que fingen practicar. ¿Por qué solo el don de lenguas o sanidad divina? ¿Qué pasó con los dones de servir, enseñar, dar y hacer misericordia (Romanos 12:6-8)?
(3) El propósito de los dones no es para hacernos lucir espiritualmente, sino para edificación de la Iglesia. La clave para crecimiento espiritual no está en el estudiar. La clave de crecimiento espiritual está en servir. En vez de buscar subir otro nivel para mostrar superioridad espiritual, debiéramos mas bien buscar bajar otro nivel para servir. Allí es donde estaremos mas cerca de Jesús. Los dones verdaderos no son impartidos a quienes buscan impresionar, sino a quienes buscan servir a Dios, al prójimo y a sus hermanos en la fe. Es así como llegamos a tener una Iglesia fuerte, para llevar a cabo la misión que nuestro Señor nos ha encomendado.
Así que, mis hemanos, la enseñanza es que podemos fingir dones para impresionar, o podemos servir en obediencia a Dios y recibir dones que Él imparte para ayudarnos servir mejor. La decisión es nuestra. Espero que todos anhelemos lo verdadero y nunca lo fingido.

TEMA DE JUNIO: DONES

Enfoque: El Señor Jesucristo nos ha encargado una misión. Para realizar la misión ha impartido dones a diferentes miembros. No todos los miembros tenemos los mismos dones. No todos los miembros tenemos la misma cantidad de dones.
1 Corintios 14:12 dice, “Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.”
(1) ¿Dime qué cristiano no anhela dones? El capítulo 8 de Hechos nos cuenta de un nuevo creyente llamado Simón, quién quiso comprar el don de poner las manos sobre otros para que recibieran el Espíritu. Pero, los dones los reparte Dios de acuerdo a Su voluntad y no de acuerdo a nuestras emociones. Nuestras emociones son peligrosas y en la mayoría de los casos, se oponen a Su voluntad. Si realmente anheláramos dones para cumplir la voluntad de Dios, ¿por qué es que no anhelamos cumplir Su voluntad cuando se trata del uso de las cuatro armas espirituales, el discipulado, etc?

(2) Los miembros de la Iglesia son animados a abundar en dones. Pero, no estamos hablando de algo que fingimos. ¿Pueden explicarme el por qué esos pastores evangelistas que viajan a otros países para hacer grandes campañas evangelísticas televisadas, salen hablando en lenguas (supuestamente angelicales) ante todos los que asistieron, pero luego tienen que llamar a alguien para que les traduzca el mensaje? ¿No es ridículo? ¿A caso Dios se interesa mas en que dicho evangelista impresione a los demás con su espiritualidad, que en la salvación de almas? Dones deben abundar en el cuerpo de Cristo, pero deben ser verdaderos; no trucos baratos que uno finge para hacer creer a los demás que tiene una relación cercana al Señor. La cercanía de la relación que estos individuos pretenden tener con Jesús, es tan fingida como lo es el don que fingen practicar. ¿Por qué solo el don de lenguas o sanidad divina? ¿Qué pasó con los dones de servir, enseñar, dar y hacer misericordia (Romanos 12:6-8)?
(3) El propósito de los dones no es para hacernos lucir espiritualmente, sino para edificación de la Iglesia. La clave para crecimiento espiritual no está en el estudiar. La clave de crecimiento espiritual está en servir. En vez de buscar subir otro nivel para mostrar superioridad espiritual, debiéramos mas bien buscar bajar otro nivel para servir. Allí es donde estaremos mas cerca de Jesús. Los dones verdaderos no son impartidos a quienes buscan impresionar, sino a quienes buscan servir a Dios, al prójimo y a sus hermanos en la fe. Es así como llegamos a tener una Iglesia fuerte, para llevar a cabo la misión que nuestro Señor nos ha encomendado.
Así que, mis hemanos, la enseñanza es que podemos fingir dones para impresionar, o podemos servir en obediencia a Dios y recibir dones que Él imparte para ayudarnos servir mejor. La decisión es nuestra. Espero que todos anhelemos lo verdadero y nunca lo fingido.

Gálatas 5:13


«Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.»
Gálatas 5:13

Aunque vivimos en un mundo físico, nuestra mision y nuestro enemigo es espiritual. No debemos repetir el mismo error de intentar cumplir la misión, ni luchar en contra del enemigo físicamente. Nuestra misión es alcanzar el alma del hombre con el mensaje de la salvación, librándole de las garras de Satanás. Ambas cosas exigen el constante uso de armas espirituales y una vida entregada al Éspiritu.
El error que cometemos, viene cuando el enemigo nos hace creer que hemos logrado un nivel de espiritualidad en la cual ya no necesitamos de Dios. Es entonces, cuando dejamos de ser espirituales y cedemos a la carne, abusando de la libertad que tenemos en Jesús. Al enemigo le encanta esto, pues, nuestros esfuerzos contra él ya no tienen efecto. A él le afecta lo espiritual, no lo carnal. Ya en la carne, fácilmente cedemos a cualquier tipo de tentación, para darnos cuenta que hemos caído una vez mas, y que aparentemente, no hemos aprendido de nuestros errores.

1 Pedro 2:16


«como libres, pero no como los que tienen la libertad como pretexto para hacer lo malo, sino como siervos de Dios.»
1 Pedro 2:16

Es cierto que los que tenemos a Jesús en nuestro corazón quedamos libre del infierno. Pero, eso no significa que no hay consecuencias cuando pecamos. Nuestra vida aquí en la tierra puede ser convertida en un infierno.
Aprendamos de nuestros errores. Nunca hemos pecado, para no lamentarlo. Siempre hemos tenido que pagar la consecuencia. ¿No es cierto? En vista, de que siempre lo lamentamos, ¿por qué volver a cometer el error otra vez? Acudamos siempre al único que puede ayudarnos: Dios. ¿Cómo se acude a Él? Acudimos a Él por medio de humillarnos, cediendo a Su voluntad. Si no estamos dispuestos a hacer esto, seguiremos cometiendo errores.

Romanos 6:14

«Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.»
Romanos 6:14

Cada vez que intentamos vencer al pecado desde el punto de la vista de la carne, deseando cumplir la ley, vamos a perder. ¡Error! ¡No se puede! ¡Es inútil! El pecado no se enseñorea de nosotros debido a nuestra naturaleza espiritual, no la carnal. Es con la naturaleza espiritual, la cual recibimos por gracia, que vencemos al pecado.
Aprendamos de nuestros errores, dejando de satisfacer los deseos de la carne para caminar en el espíritu. La guerra que peleamos es espíritual y la manera de pelearla a modo de vencer es en lo espiritual, con armas espirituales (la Biblia, oración, compañerismo y testimonio).

Gálatas 5:1


«Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.»
Gálatas 5:1

Hemos aprendido que cada vez que caemos en pecado, nos va mal. No ha sido porque Satanás pueda mas, sino porque no hemos sabido valorar lo que tenemos en Jesús. Bien sabemos lo que debemos hacer para no caer.
La libertad que tenemos está en Cristo. Si no vamos a estar sometidos a Él, y vamos a hacer las cosas por nosotros mismos, caeremos en cautiverio. Nuestra libertad descansa en nuestra total dependencia de Dios; el ser obedientes a Él. Aprendamos de nuestros errores y apeguémonos a la libertad que tenemos en Jesús.

S.Juan 8:32


«y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.»
S.Juan 8:32

Por experiencia propia sabemos lo que sucede cuando nos apartamos de la verdad para practicar la mentira. En el momento que lo hacemos, el mal tiene de qué agarrarse para manipularnos, intimidándonos con exponernos. Nos sentimos atrapados, encerrados, prisioneros del mal. ¿Cuántas veces iremos a caer en esa trampa?
Aprendamos de nuestros errores. Sabemos perfectamente que todo esto se trata de Dios. Se trata de Su honra y gloria, no la nuestra. Y cada vez que pensamos que se trata de nosotros, volveremos a caer en la trampa. Conocemos la verdad. Vivamos la verdad y seamos libres.

APRENDER DE NUESTROS ERRORES


Enfoque: Los errores que hemos cometido, se han cometido por ignorar y no ser obedientes a la Palabra de Dios. Aprendamos de nuestros errores, creyendo y dedicándonos a las Escrituras.
1 Corintios 3:9-13 dice, “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.”
Para aprender de nuestros errores y no volver a caer tenemos que…
(1) Permanecer sobre el fundamento…Hay que descartar lo que dice la sociedad y la religión para dedicarnos a vivir de acuerdo a lo que dice la Biblia. Esto no debe ser la actitud de algunos, sino de todos.
(2) Tener cuidado de cómo edificamos…Nunca debemos hacer un trabajo mediocre. Debemos ser pastores, líderes, padres, maridos, madres, esposas, hijos, hermanos y discípulos profesionales.
(3) Entender que sobreedificamos…Nuestra vida ha de vivirse en conjunto con los demás. Tenemos que pensar en lo que hacemos en conjunto con los demás. Entre nosotros nunca ha sido, no es, y nunca será: “Sálvese quién pueda”. Todos debemos conocer nuestros linderos y apoyarnos los unos a los otros para llevar a cabo la Gran Comisión. No trabajamos a solas. Trabajamos en equipo.
Por no hacer estas tres cosas que acabamos de mencionar, hemos cometido muchos errores. Seguirlos cometiendo, sería el colmo. Aprendamos de nuestros errores para no volverlos a cometer y ¡sigamos adelante porque Dios no ha terminado con nosotros todavía!

Mi Cuaderno Espiritual

Tema de Junio: DONES

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Cuaderno Espiritual Junio 2016

¿Cuál Es El Propósito?
Lun 06...1 Corintios 14:12
Mar 07...Lucas 19:15
Mié 08...Romanos 12:6
Jue 09...1 Corintios 12:7
Vie 10...Efesios 4:16

¿Cuáles Son Mis Dones?
Lun 13...1 Corintios 12:28
Mar 14...Romanos 12:7
Mié 15...1 Corintios 12:11
Jue 16...Romanos 12:8
Vie 17...1 Corintios 12:8

¿Qué Hago Con Mis Dones?
Lun 20...2 Timoteo 1:6
Mar 21...1 Pedro 4:10
Mié 22...1 Corintios 12:18
Jue 23...Lucas 12:48
Vie 24...1 Timoteo 4:14

Repaso Dones
Lun 27...1 Corintios 7:7
Mar 28...Santiago 1:17
Mié 29...1 Corintios 14:40
Jue 30...Mateo 10:19
Vie 01...Hechos 8:20

COMO HACER EL CUADERNO ESPIRITUAL

El Cuaderno Espiritual es un registro de nuestra relación con Dios. En él anotamos las cosas que Dios requiere de nosotros. Anotamos las cosas que Él nos ha enseñado, al igual que las cosas que hemos hecho para Él.
Si lo hacemos de corazón, el C.E. es un instrumento que puede ayudar mantenernos en buenas condiciones espirituales, permitiéndonos llegar a ser fuertes guerreros en el ejército del Señor Jesucristo. Cuando hacemos el C.E. correctamente, ponemos en práctica las cuatro armas espirituales que más causan daño al enemigo de la humanidad.
En el Centro de Vida, tomamos los siguientes pasos para hacer el C.E.:

1. Fecha: Anotamos el día, mes y año.

2. Estudio Bíblico: Anotamos la cita del versículo para ese día.
En el paso de Estudio Bíblico vamos a hacer tres cosas: (1) Observar, (2) Interpretar, y (3) Aplicar.

Observación- Escribimos el versículo en nuestras propias palabras. (Si hay palabras que no entendemos, tendremos que buscar un diccionario, pues, esas palabras podrían ser claves para entender lo que Dios nos quiere enseñar).

Interpretación- Dios no escribió esas palabras solo por escribirlas. Algo nos quiere decir. Así que, anotamos lo que pensamos que Dios quiere decirnos, ya sea de manera directa, o indirecta.

Aplicación- Una vez que hemos entendido lo que Dios nos quiere decir, necesitamos ponerlo en práctica. Puede que Dios nos haya enseñado un cambio que desea que realicemos, o nos ha indicado algo que quiere que hagamos. La cosa es que tenemos que ser “hacedores de la Palabra, y no tan solamente oidores”. En “aplicación” anotamos lo que vamos a hacer con lo que Dios nos ha hablado.

3. Oración: Existen personas, eventos y cosas por las cuales debemos orar. En este espacio las anotamos.

4. Compañerismo: Existen ciertas cosas que hacemos con otros hermanos en la fe para animarlos en su relación con Dios. En este espacio anotamos lo que hicimos con ellos.

5. Testimonio: Siempre debemos hacer un intento por acercar a los incrédulos a Jesús. En este espacio anotamos a quienes intentamos acercar al Señor, y el método que utilizamos.

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